15 marzo, 2012

Confesional.

Declaración del señor asiento 5 (pasillo):

No podría haber oído nada. Recuerdo haber subido al camión y verla a ella primero. La chica del asiento  7  (pasillo), era como si brillara.
      Una mujer de unos 25 años, delgada, blanquísima, con ojos negros y muy grandes, nariz puntiaguda, piernas torneadas. Su olor fue primero que percibí al abordar el transporte. Decidí sentarme en frente para poder admirarla, tal vez con suerte descubrir su mirada en la mía, y aprovechar para hacer algo seductor, levantar un poco la ceja, usted sabe para hacerlo interesante.
      No podría haber oído nada, mis oídos se desconectaron para abrirle paso a mis ojos. Nunca escuché el asalto del que me hablan, sólo supe de eso cuando me encontré a mí mismo sin billetera y, como si eso no bastara, al momento de descubrirlo fue más mi angustia por que no iba a poder anotar el número de la chica que por la cartera que algún lejano día me la había obsequiado mi padre. Lo próximo que viene a mi mente después de apreciarla es la amargura que me causo verla, asustada, bajando del camión y pensar que no pude hacer nada por encontrar sus ojos. En todo el camino no volteé a ver a nadie más.

Declaración de la señora asiento 8 (ventana):

      Durante el asalto era como si yo no estuviera ahí. Como si supiera que las miradas alimentan al alma y la mía era oscura. Todo era oscuro en ese momento, estaba guardada allá lejos, en un cajón en tinieblas. Era opacada, no era nada. No recuerdo nada. Es como si en ese momento no hubiera existido.

1 comentario:

  1. Narcoinspiración? O_o
    Me gustan los flashazos...parece q habrá más para completar la imagen. :b

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