03 julio, 2014

Los ojos.

De nuevo desperté tarde. ¿En qué momento se me olvidó el gran miedo que tenía a la oscuridad? Ahora puedo parpadear sin ningún problema. Recuerdo la primera vez que mi mamá vió mis ojos atacados por las lagañas, "creo que es conjuntivitis" decía a mi padre y él hacía su típica seña de poner atención: subía la mano derecha apenas un poco arriba de su cabeza y la movía arriba y abajo levemente. Yo cada vez tenía los ojos más abiertos, me comenzaban a gustar mis lagañas, se comenzaron a crear al segundo día y, aunque no me dejaban ver claramente, las prefería a los monstruos amorfos que aparecían cada vez que cerraba los ojos. Aunque mis padres siempre se preocuparon nunca se ocuparon, se los agradezco mucho, gracias a ellos me alejé por un año de la oscuridad. Sólo lo logré por un año. Hubiera podido hacerlo por mucho más tiempo pero un día comencé a parpadear de nuevo, ahora recuerdo ese 15 de marzo, dibujaba en mi cuarto frente a la ventana y vi a través de ella, el sol comenzaba a meterse detrás del edificio de enfrente, aquel día escuché que el sol se ponía al rededor de las siete, ¡qué injusticia que a las cinco y media yo ya no pudiera verlo! El sol, hasta ese momento, me reconfortaba. Nunca tuve problema con verlo directamente (me ayudaba con las lagañas) ¿Por qué se tendría que ir el sol? ¿Por qué llegaba la hora de acostarse? Mi abuela decía que la noche era para soñar, pero no la comprendía, nunca fui de las niñas que sueñan con los ojos cerrados. Ese 15 de marzo, en fin, cerré los ojos por primera vez. En todo ese tiempo no me perdí de ningún instante, lo vi todo. Tal vez ese es el motivo (no sé si una pequeña pueda tener ese tipo de reflexiones, no quiero comenzar a crear recuerdos inventados)
        Ahora ya no puedo soñar con los ojos abiertos, soy como tú me despierto tarde para perderme un poco del sol y poder disfrutar más de la luna. Los nuevos monstruos que me persiguen son de luz, los odio. Prefiero no meterme con la luz y, me di cuenta hace algunos años, que con el mareo viene la oscuridad. Con la embriaguez viene la oscuridad. Pero ya estoy harta. ¿Podré cerrar mis ojos por un año?