24 enero, 2012

La tierra.

Acostados, te veo cara a cara.
El cielo empieza en el horizonte que forma tu cabellera.
Déjame contarte de la gente que vive en tus mejillas,
que van a tener aventuras a tus labios,
los que disfrutan las corrientes de aire en tu nariz,
los que nadan en tu oreja.
Para los que un parpadeo tuyo equivale a el día y la noche,
pues su sol no es nada más que tus pupilas.
Los que han dormido en tus cejas,
los que han celebrado en tu frente,
y los que piensan que de tus lagrimales sale el río más hermoso del desierto,
y por eso danzan en tus heridas
no te quieren lastimar, simplemente quieren vivir,
vivir para seguir apreciando el perfecto acto de tus vellos saliendo en tu quijada,
de tus imperfecciones montañosas.

Todas,
todas llevan mi nombre.


2 comentarios:

  1. Inusualmente cursi, bonito.

    Me gustas en esta faceta también n_n

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  2. No manches, éste, por alguna razón metafísica fuera de mi entender...me fascinó. Punto. D:

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